Hoy me gustaría meter en mi maleta a Sir Cecil Beaton, un reconocido fotógrafo del siglo XX considerado como uno de los mejores retratistas de la época, hoy se podría comparar con Annie Leibovitz o Mario Testino. Por su objetivo pasaron todo tipo de personalidades de la época como Picasso, Marilyn Monroe, Marlene Dietrich, Orson Welles o Audrey Hepburn. Además, capturó a la perfección la clase alta inglesa de esa época, incluso retrató a la Reina Isabel II y a su familia.
Muchos dicen que fue uno de los últimos artistas barrocos de Inglaterra. Yo personalmente estoy completamente de acuerdo, puesto que muchas de sus obras tienen ese aire teatral, misterioso e incluso dramático. Pero lo que más me fascina es el tratamiento de la luz, ya que crea unas composiciones espectaculares que aumentan la expresión del retratado dando más fuerza a los gestos.
En referencia a la estética de su fotografía podemos decir que hay dos estilos dominantes; el primero, dedicado a la vanidad y al lujo más ostentoso y extravagante de la sociedad aristocrática inglesa, y el segundo mucho más íntimo e intenso, donde se muestra el lado más personal y reflexivo de los artistas y de las estrellas de Hollywood. En esta segunda época es cuando trabaja para Condé Nast (editora de Vogue) y retrata a las celebridades más importantes del momento, convirtiéndose en todo un referente.
Pero no sólo triunfó en la fotografía también fue un gran escenógrafo, al igual que Eugenio Recuenco. Gracias a su gusto por el arte y su ingenio al crear ambientes ganó dos Oscar por las películas “My Fair Lady” y “Gigi”.
Aquí os dejo parte de su obra y os invito a que descubráis más sobre este genial fotógrafo.
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