Hoy quiero meter en mi maleta a Martin Schoeller, un artista que se ha ganado por sí solo ser uno de los fotógrafos más solicitados del momento, publicaciones como New yorker, Rolling Stone, GQ, Esquire o Vogue se lo rifan para que sea él el que ilustre sus portadas, y es que cuando Martin interviene se nota en sus ventas.
Su obra está muy influenciada por las obras de August Sander y Bernd e Hilla Becher. Del primero parece que aprendió la capacidad de captar la esencia de las personas través de sus rostros, otorgándoles siempre una gran dignidad. Sin embargo, del segundo aprendió a valorar el poder de la simplicidad como mejor arma para comunicar.
La sencillez y la fuerza de sus retratos me parecen sorprendentes y demuestran que tiene una gran técnica y una gran sensibilidad. Para él tiene mucha importancia colocar sus retatos de primer plano uno al lado del otro, ya que permiten que el público los compare de igual a igual. Además, muestran a las celebridades y a los políticos tal y como son, con sus arrugas, sus manchas de la cara... y creo que eso le otorga un gran valor diferencial respecto a los demás.
Yo lo admiro mucho porque es muy difícil hacer retrataos fotográficos tan íntimos y con tanta expresividad. Además, trata con una gran maestría la luz. Como se puede apreciar en los rostros de abajo la imperfección y la serenidad de sus rostros los baja de su pedestal para convertirlos en personas de carne y hueso.
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Para saber más os recomiendo esta entrevista.
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