Hay personas que condensan tanta creatividad en su interior que cambian para siempre la disciplina en la que ellos trabajan. Este es el caso del fotógrafo Irving Penn ya que con su particular forma de mirar, cambió por completo el mundo de la fotografía de moda al unir la experimentación fotográfica y el arte, con la moda. Su aportación al mundo del arte fue tan grande que sus fotografías están expuestas en los museos más prestigiosos del mundo.
Sus trabajos por encima de todo destacan por ir más allá de la mera elegancia, aportada por las modelos y por los vestidos, pasando al nivel de la sofisticación. Ese nivel lo logra al aplicar perfectamente una de las más importantes reglas de la composición, las líneas. Este recurso es un símbolo perfecto de elegancia y belleza e Irving logró sacarle todo el partido convirtiendo sus trabajos para Vogue y Harper's Bazaar en verdaderas obras de arte.
El fuerte contraste que Irving Penn lograba entre blancos y negros me fascina, ya que conseguía resaltar aun más esas líneas que tanto le caracterizan. Además, al aplicar los contrastes entre luces y sombras no solo estilizaba las figuras, también resaltaba la belleza y el volumen de las prendas de alta costura, sobre todo, las de Balenciaga.
Y como "crear es recrear" os muestro una portada reciente de la revista Interview que se inspira en una fotografía de Irving Pen.