Hay personas que son el símbolo de un cambio, personas que logran marcar una época con creaciones muy personales que se convierten en universales, personas que cambian las convenciones o las reglas establecidas para trabajar en pequeños o grandes océanos azules e innovar continuamente. En disciplinas como la pintura personas como El Greco, Velazquez, Matisse o Picasso innovaron y supieron conectar con la gente. En el mundo de la tecnología Apple, Amazon o Google han seguido esta misma forma de ver las cosas. Y en el mundo del diseño gráfico podemos decir que Saul Bass fue una de esas personalidades que supo innovar manteniendo un estilo muy personal y creativo.
En el diseño generalmente la sencillez es algo que tiene mucha importancia, sobre todo en está época en la que todos los públicos estamos sometidos a infinidad de imágenes. Por ese motivo, he querido meter en mi maleta a este genial profesional que aplicó perfectamente la máxima del "less is more".
En la vida de cualquier creativo siempre hay algún mentor que enseña, ayuda y motiva a esa persona para que logre sacar todo el partido a su creatividad. En el caso de Saul Bass, esa persona fue Gyorgy Kepes. Éste le enseñó el estilo de la Bauhaus, concretamente el de Moholy, y le dio a conocer la visión del constructivismo ruso. Gracias a él, Bass pudo concentrarse en un estilo o en una forma de ver la realidad para encauzar su creatividad. Pero como cualquier personalidad creativa necesitaba más y se trasladó a Los Ángeles para desarrollar más su creatividad.
Su primer gran trabajo en Los Ángeles fue el diseño del cartel de la película Carmen Jones (1954) en el que también diseñó los créditos iniciales. A partir de ese primer trabajo empezó a trabajar para muchas otras películas cosechando un gran éxito y revolucionando las normas establecidas del diseño americano de esa época. Trabajos como el realizado para Vértigo (Martin Scorsese), West side story, Bonjour tristesse, Anatomy of murder, The man with the Golden Arm o Spactacus son un ejemplo más que evidente del cambio que supuso su obra. Además creó numerosos títulos de crédito, todos ellos con el mismo estilo y la misma creatividad.
Pero su creatividad no se estancó y aplicó todos sus conocimientos en el diseño de logotipos para las empresas más reconocidas de America como American Airlines, Kleenex o Minolta.
Más información en: cinemanía (carteles), biografía.
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